Por:Don Alejo Corazón.
¿Quien no ha sufrido durante una larga vida un desengaño amoroso o algún indeseable episodio de infidelidad? Habría sobre este espinoso tema que expresar categóricamente como dijo aquel sabio Maestro Judío: "Que tire la primera piedra quien esté libre de pecado". Es perfectamente comprensible que durante las relaciones amorosas entre parejas, normalmente se sucedan distintos tipos de mutuas infidelidades, porque nadie es perfecto, ni infalible y todos los mortales estamos expuestos a ser víctimas de nuestras propias debilidades, a cometer errores. Por eso lo sensato es perdonarse sinceramente si existe amor verdadero, y si se manifiestan serias intenciones de rectificar cuando se ha pecado de infiel; pero lo injustificable en todo caso, lo realmente preocupante, es la manera equivocada de abordar tales críticos eventos, a veces por la falta mutua de franqueza, sinceridad y madurez, para así encarar adecuadamente las responsabilidades, cuando se ha cometido algún exceso durante la relación amorosa, porque se pierde la confianza entre seres que se suponen deben tenérsela mutuamente. Esto conduce a un desastre.
En tal sentido, les mostramos un video, que nos regala una hermosa canción del famoso grupo español Mocedades (uno de nuestros predilectos), que nos dibuja claramente esas trágicas situaciones, en las que las parejas, prefieren decirse mentiras piadosas, antes que encarar crudamente la dura y dolorosa verdad.
Desde nuestra modestísima opinión, de acuerdo a nuestras experiencias, cuando una relación cae en ese círculo vicioso, es preferible decirle siempre a quien no es sincero, tal y cómo reza la hermosa letra de la canción, "tómame o déjame, pero no me pidas que te crea más, cuando llegas tarde a casa no tienes por qué inventar, pues tu ropa huele a leña de otro hogar...y si vuelves trae contigo la verdad, trae contigo mi rival, y si es mejor que yo, podré entonces llorar…", lo cual sin duda es terrible, triste, deprimente, doloroso, pero siempre preferible al autoengaño, que después suele convertirse si se tolera indefinidamente, en sadomasoquismo, al terminar sosteniendo una relación de amor y odio,muy falsa,carente de auténtica sinceridad, que se parece más que a cualquier otra cosa, a una autoflagelación, un autoengaño, un verdadero infierno, y que es preferible dejarla ir antes que mantener un torturador martirio.
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